NO ERES TÚ, SOY YO…

Cómo hubiera querido detener el tiempo,

Qué no hubiera dado para evitar perderte,

Pero el tiempo es la mejor cura para el alma herida.

Ahora, aunque quisiera, ya no puedo decirte lo que quiero

Porque cualquier cosa que diga podría dañar tu corazón

Más lo que quiero ahora es conservarte como mi amiga

Porque siento que si te vuelvo a perder, también mi alma sufrirá

Y ahora no estoy para perder nada, al contrario siento ansias

Ansias locas por tener a alguien con quien conversar,

Alguien a quien contarle mis deseos, alguien que de verdad me escuche

Porque ahora, por un amigo muero y por un amigo también me desvivo

No, no digas nada, ya sé que tú no quieres eso, yo sé lo que tú quieres,

Pero si yo aceptara tus deseos, te engañaría a ti

Y también traicionaría a mi corazón, ahora no puedo.

Nunca pensé que un día diría estas palabras a una mujer,

En otros tiempos, no hubiera importado hacer daño a nadie, mucho menos a mi propio corazón

Escúchame, no me mal interpretes, si no digo lo que tú quieres oír, es porque me interesas mucho más de lo que te imaginas,

Permíteme ser tu amigo y te suplico que aceptes ser mi amiga,

más no más allá, cualquier paso adelante, sería para causarte daño

Y lo que menos quiero hacer es dañarte, y mucho menos dañar tu corazón.

El mío no importa, ya está tan dañado que cualquier cosa que suceda la soporta,

Pero el tuyo que es tan sensible y tan frágil, no me atrevo a defraudarlo.

Anoche cuando te soñaba, te veía en mis sueños como algo cristalino y puro, eras tú con tu alma transparente, totalmente expuesta, sin dobleces, sin excusas, sin temores.

Yo no puedo decir que te quiero, aunque sea lo que más quisiera decirte,

No pienses que soy cobarde, no pienses que soy vanidoso, no es eso,

Lo que sucede es que te quiero tanto que no puedo hacerte daño

Comprende que no eres tú la que no me atrae, sino que soy yo el que me detengo

Porque me conozco y sé que si doy un paso más no me detendré y las consecuencias también las he vivido.

Siempre, o casi siempre resultan ser nocivas para las personas a quienes  he querido, no te sientas mal, no eres tú, soy yo el que no aprendió nunca a tratar a una dama, mucho menos aprendí a apreciar los sentimientos que nacen desde lo más profundo del corazón,

Siempre me equivoqué y por no haber rectificado, ahora estoy solo,

Y es preferible que esté yo solo a que haya dos solos en el mundo, por mi causa.

No eres tú, soy yo quien no entiende de amores, nunca comprendí que dando es como se recibe,

Nunca aprendí que es más feliz quien más amó, y que siempre fue más feliz aquel que más amor entregó.

No, no pienses mal, no eres tú, soy yo quien no logró entender el mensaje de la vida,

Ahora me retiro, te veré desde lejos, te oiré en la lejanía, para evitar dañarte, para poder conservarte.

No sientas pena por mí, estaré bien, siempre lo he estado, en mi soledad, en mi mundo marginado, ahí es donde yo vivo, en las penumbras del olvido, en franqueza de la realidad.