SUEÑOS TACITURNOS

Me quedé en silencio,

En la oscuridad;

Guardando tus besos

Y el perfume de tu piel…

Que hago con los besos

Si no te los puedo dar;

Con todas las caricias

Ansiosas de moldearte

Con todas esas noches,

De sueños taciturnos;

En que vibras de emoción

Tan solo al roce piel a piel

Qué hago con los besos,

Si te llevaste mis labios

Pegados con los tuyos,

Y mis manos en tu piel

En mis noches bohemias,

Al compás de tus recuerdos,

Escribo, a solas, mis poemas,

Aunque no te pueda ver

A gritos pido al viento

Y a la nube viajera,

Que busquen tu destino

Para volverte a amar

IMPÁVIDO

Increíble pero cierto,

La lucha sin descanso;

Poniendo todo el empeño

Y me desplomo vertiginoso…

Deslizando mi mano

Desde la roca firme;

Y apoyando mis pies

Sobre la arcilla fangosa…

No hay manera de asirme,

No hay forma de apoyarme;

Para encontrar la respuesta

A mis constantes y raras trivias

Que se hunden en el torrente

Fluido de mis pensamientos;

Lacerando las neuronas multiformes

Que entre ellas se disputan los laureles

De esa acérrima lucha fratricida,

Que se desvanece a lo largo del insomnio;

Y se duerme de cansancio

Al no encontrar respuestas

Desde que el astro pinta la aurora,

Hasta que su doncella resplandece;

En el punto preciso de la meta,

Me doy cuenta que solo fue un sueño

Y despierto, asustado, adormitado,

Viéndome a mí mismo, en mi espejismo;

En un oasis casi deshidratado,

Sin palmeras, sin manantiales, desolado…

Solo con la luz sublime que me guía,

Aquella que sigo meditabundo;

Sin apartarme del camino,

Confiado, seguro, nostálgico…

Y al final de todos los tiempos,

Siempre es lo mismo, la misma luz,

El mismo sol y la luna de siempre;

Solo yo he cambiado, hoy no soy el mismo…

Soy solo un impávido, en transición,

Que sigo creyendo en un mundo mejor;

En una nueva vida, en un nuevo escenario,

Donde la luz es tan blanca, cálida y sublime...

SIN DESTINO

La Especie Humana:

La destrucción del mundo;

A paso lento pero sin tregua,

Todos avanzan sin un destino

Dejando huellas firmes,

Huellas de destrucción;

Que se confunden entre sí

En la delgada línea que los separa

Modernismo, progreso, desarrollo;

Más contaminación, más calor, más frío;

Los glaciales se derriten y desaparecen,

Los océanos crecen e inundan la costa

Los volcanes se erosionan y calientan,

Hierven por dentro y explotan;

Mueven las capas del globo terráqueo

Y a su paso, empujan golosos tsunamis

Y el hombre, nace y muere,

Sin importarle el desastre

Que a su paso va dejando;

Solo vive por vivir, sin destino…

Sin sentido, sin pensar, sin rumbo,

Sin arrepentimientos;

Solo pasa por pasar

Y deja de vivir por vivir…

LA RAZÓN DE SER

Anoche conversé con las estrellas

Les pregunté muchas cosas;

De esas cosas que viven en la mente

Sin respuesta y sin definición…

Y que muchas veces se evaden

Y pasan desapercibidas del día a día;

Pero que son la base de la existencia,

Creemos saberlas y no sabemos nada

Quién sabe de dónde salió la luna,

Por qué no muestra su otra cara;

Cómo se suspenden los astros,

Si estamos arriba o abajo del universo

Quién sabe todo eso, a ciencia cierta,

Ni google con su eficiente biblioteca,

Nadie sabe mucho, pero todos callan

Para no quedar en ridículo, siguen ignorantes

¿Por qué no hay noche sin día?

Ni existiría la luna sin un sol;

No imagino el cielo sin la tierra,

Ni las estrellas sin firmamento

Y sin ellas, habría oscuridad, sin su luz,

Sin sonido, sin presencia, sin figura,

Sin forma, sin materia, sin nada, sin sentido…

Ni un átomo, sin una neurona, sin colores.

Solo la Voz Divina, la que viene de algún lugar

Y que estremece, que da paz interior,

Que hace posible la existencia

Y la esperanza de un mundo mejor

Y simplemente yo no existiera

Sin tu mirada angelical, sin tus besos;

Solo existo por ti, solo por ti y para ti,

Tú eres la razón de mi existencia…

ANTONIMIA

Con un nudo en la garganta

Y el deseo intenso de retenerla

Anoche se fue de mi lado

Dejando mi corazón herido

Y se fue con un extraño

Con quien cree será feliz

Dice ella... Aunque no muy segura;

Reitera esta vez sí, ahora sí…

Ah! La dulcinea de mis sueños,

Preciosa Musa que se escapa,

En los brazos que la arrebatan

Del cocoon nodriza que la arrulló

Sus ojos de miel

Y de seda toda su piel;

Como guerrera gladiadora

Y con energía de amazona

Tejiendo ilusiones de esperanzas,

Ocultando el camino recorrido;

Sin dejar huella ni rastro alguno

Solo haciendo camino al andar…

Quizá en las aureolas boreales

Desde donde inicia el mundo;

Al filo del horizonte congelado

Encuentre el sol su aposento

Mi bella princesa emancipada

Vivirá en su castillo de hielo;

Fortificada de azules glaciales

En ese lugar del nunca jamás

Tu ausencia me hiere el alma,

Provocando mares en mis ojos

Y desiertos ardientes en mi mente,

Remojados con la esperanza de volver a verte

COMO LA HIEDRA

Hoy tus besos saben a olvido,

Y la sensación de indiferencia

Los vuelve más abstractos;

Que hasta el viento los rompe…

Ayer tus besos eran ardientes,

Sensuales, tiernos, dulces, irresistibles;

Pero a la vez, adictivos, hipnóticos, alucinantes

Tanto así, que envenenaron mi alma de ilusiones…

Como la hiedra venenosa que somete al árbol

Hasta que muere de asfixia, indefenso;

Hipnotizado por cada beso y cada abrazo,

Muriendo de placer, pero sin darse cuenta

Que en cada beso pierde su vida

Y con cada abrazo  acepta el olvido…