BIENVENIDOS A CAMPO LITERARIO

Este espacio se ha abierto a partir del 3 de mayo de 2011, con el propósito de registrar en un solo lugar aquellos pensamientos, reflexiones, interacciones, comunicaciones internas, palabras, frases y todos las demás formas de estampar en blanco y negro lo que se piensa y se puede decir, pero también aquello que se piensa, se puede decir y se puede escribir.

Para todos aquellos poetas anónimos que deseen expresarse, tienen un lugar donde lo puedan hacer sin ninguna restricción, escribir por escribir las cosas que pensamos en un momento de inspiración, para que no se queden en la mente y para que al final no se pierdan en el olvido.

Campo Literario, surge como una inquietud y una necesidad de colocar en un lugar visible los pensamientos que por momentos queman nuestra alma, nos inundan el pecho de presión y nos explotan nuestras venas y arterias, procurando exteriorizarse para hacerse visibles a la luz del sol brillante y en la calidez del brillo de la luna llena.

jueves, 25 de agosto de 2011

LA VIDA PASA…


Como cuando:
Un poblado es arrasado por el paso del tornado
Los pinares ceden ante el viento huracanado
La costa es ahogada por la fuerza del tsunami
El sol es absorbido por el horizonte
El día es vencido por la noche oscura
El gallo canta una nueva aurora
Las olas desaparecen al abordar la playa
Las estrellas fugases se pierden en el firmamento
El camino se pierde en lo alto de la montaña
El ave majestuosa se confunde con el cielo
La llama de fuego se apaga contra el viento
La luna se pierde entre el menguante y el creciente,
Así de rápido se pasan los años
Así de fácil se pasa la vida
Así de rápido abandonamos este mundo.


martes, 23 de agosto de 2011

TODO QUEDA EN FAMILIA (Relato)

Ricardo estaba enamorado de Marta, la hija de Doña Leonor, la viuda de Don Rogelio (RIP), quien falleció de un infarto hace como cinco años.  Marta fue la única hija, a pesar del deseo de Don Rogelio de un varón, la llegó a querer tanto, que un día le dijo, hija mía nunca hubiera tenido la idea concreta del valor de una hembra, si no hubieras nacido tú, que cambiaste toda mi vida en alegría.

Doña Leonor era una mujer todavía muy joven, con mucha simpatía, de fácil sonrisa y con un cuerpo esbelto como de adolescente, el cual había formado a fuerza de dos horas diarias en el gimnasio. Martita, su hija, había heredado todos sus encantos, los mismos que habían cautivado a Ricardo, quien estaba totalmente flechado por cupido y no veía la hora en la que fuera su mujer legalmente.

Un día que Martita tuvo que asistir a un evento de la universidad, Doña Leonor se quedó sola en casa haciendo algunos oficios domésticos, en ese preciso momento llega Ricardo a preguntar por Martita y la mamá le dijo que no se encontraba porque tuvo que ir a la universidad y que volvería hasta por la tarde, pero siempre es un placer que usted venga a visitarnos, por favor pase adelante y siéntese, ¿quiere tomarse una tacita de café con una quesadilla que acabo de hornear? Ricardo con mucha pena aceptó y pasó a la sala, Doña Leonor se fue a la cocina caminando con un ritmo coqueto y cuando estaba en la cocina, se dio una miradita en el espejo y dedicó unos minutos a arreglarse su cabello y a ponerse un poco de maquillaje para verse un poco más presentable.

Sale de la cocina caminando con más elegancia, con una bandeja en sus manos, en la cual traía dos tazas de café y dos porciones de quesadilla, las sirve en la mesa de la sala y se siente frente a Ricardo, con una mirada intrigante y una sonrisa coqueta, Doña Leonor después de hablar de varias cosas le dice, Ricardo qué razón tiene mi hija de estar enamorada de usted, yo también siempre lo admiré y si no fuera mi hija su novia, no sé qué podría suceder entre nosotros dos, no le parece? Ricardo queda estático, porque nunca se imaginó que un día oiría de su suegra esas palabras que las hubiera apreciado antes, porque él, al principio, no llegaba por Martita, sino que la atracción era con Doña Leonor, quizá por la madurez de ella y porque sabía que estaba viuda y que desde que murió Don Rogelio, ella no había vuelto a estar con un hombre, por lo tanto, la curiosidad le atraía en forma indescriptible, pero Martita se interpuso en ese camino y al final se enamoró de ella y Doña Leonor se quedó solo con el entusiasmo.

Pero ese día habían coincidido las atracciones entre los dos y Ricardo que siempre había estado interesado en los atributos de su suegra, se levantó y se acercó a la silla de ella y con mucha sutileza le dice, yo también he estado enamorado de usted siempre, pero Martita se cruzó en nuestro camino.

No Ricardo, le dice Doña Leonor, no puede ser esto que nos está sucediendo, no podemos tener este tipo de conversaciones, en ese momento Ricardo ahogó sus palabras cuando por sorpresa la tomó de sus manos y con mucha fuerza la acercó a su cuerpo y la colocó frente a frente y sin pedir permiso le estampó un tremendo beso en la boca, a lo cual Doña Leonor no pudo resistirse y se desencadenó entre los dos, todo ese fuego que ellos llevaban por dentro, reprimido durante tantos años, cada uno hacía lo suyo, no se escuchaba ningún ruido, solamente los suspiros acelerados de los dos amantes desenfrenados.

Ricardo como pudo, poco a poco deslizó sus manos entre la blusa de Doña Leonor y botón por botón descubrió sus sensuales pechos suavemente sostenidos por una prenda íntima color rojo fuego y sin mediar palabra bajó su mano y desabrochó su falda, él se despojó de su camisa y pantalón y ambos en forma desesperada, se tendieron en el sofá de la sala, los dos estaban ardientes y se deseaban sin control, se abrazaban y se besaban como queriendo devorarse de amor el uno al otro, en ese momento todo se pasó tan rápido y se concretó el acto, sucedió lo que tenía que suceder. Evidentemente agotados los dos, se miraron y sintieron pena por lo que había sucedido, más no por ellos, sino porque en sus mentes estaba presente la imagen de Martita, quien nunca se imaginaría lo que su mamá y su novio estaban haciendo.

Ambos, Ricardo y Doña Leonor, juraron que lo sucedido se quedaría ahí entre ellos dos y que nunca por ningún motivo lo sabría nadie más, sería como que eso nunca sucedió, un secreto total.

En ese momento se escuchó un ruido en la puerta principal de la casa y ambos se asustaron y nunca se imaginaron que sería Martita quien llegaba antes de la hora indicada, pues la actividad en la universidad terminó antes.  Doña Leonor, estaba muy sorprendida y asustada de la llegada anticipada de su hija, igual que Ricardo, y le dice la mamá, hola hija no te esperaba tan temprano, pero que bueno que has llegado porque Ricardo estaba preguntando por ti, Martita corrió en ese instante a abrazar a Ricardo y lo sintió sudoroso, agitado y nervioso y le dice ¿qué estabas haciendo amor? ¿Por qué estás así de sudado y agitado? Ricardo no encontró otra excusa que decirle que estaba ayudando a Doña Leonor a mover unos muebles y me cansé un poco. Bueno, dijo Martita, muy ingenua, yo también estoy cansada, iré a mi cuarto a cambiarme de ropa para poder salir con Ricardo que tenemos que ver algunas cosas que tenemos que comprar.

Qué susto, dice Ricardo a la mamá de Martita, y ella le reitera, espero que no olvides lo que hemos prometido, de esto nunca se sabrá absolutamente nada, no se preocupe Doña Leonor, seré una tumba, haga de caso que nunca sucedió.

Dos meses después, Martita con Ricardo se casaron y tuvieron una fiesta de bodas extraordinaria, todos los amigos y familiares estuvieron presentes y disfrutaron de todo el evento, luego fueron de luna de miel al extranjero durante dos semanas que serían inolvidables para los dos, aunque a Ricardo siempre le asaltaba la imagen de Doña Leonor en todo momento y no la podía dejar de pensar.

Doña Leonor, no se sentía muy bien, a su edad, estaba sintiendo dolores de cabeza, calofríos y a veces hasta náuseas, siempre lo atribuía a alguna comida que le hacía daño, pero un día fue donde el Doctor y le hicieron varios exámenes, los cuales no quiso que se los leyera el médico de la familia, ella tenía algunas dudas y sospechaba lo peor, entonces, organizó un viaje al extranjero porque dijo que su mamá estaba enferma y necesitaba que ella la cuidara, de todas formas ahora que Martita se ha casado no tengo a quien estar cuidando y en la casa paso yo sola y me siento muy aburrida por momentos.

Entonces, arregló su equipaje y se fue, se despidió de todos y les dio todas las recomendaciones para que se cuidaran que ella regresaría pronto, en cuanto le fuera posible y que su mamá ya estuviera mejor de salud.
No obstante, cuando ella fue donde un médico en la ciudad donde vivía su mamá, le confirmó que ella estaba embarazada y que tenía cuatro meses de embarazo, que por esa razón era que ella se sentía mal de salud, pero que en unos días se sentiría mejor con los medicamentos que le estaba recetando, además porque tenía que cambiar su dieta alimenticia, tendría que ser más nutritiva.

Doña Leonor, totalmente sorprendida, preocupada le dijo al médico, Doctor, como es posible eso, será que pudiera haber algún error y en ese momento ella se acordó de aquel día en que había estado a solas con Ricardo. Que tremenda situación, como iba a aparecer yo con un nuevo hijo y hermano de mi hija, si hasta podría ser su propio hijo, no sé qué hacer decía, lo mejor será darlo en adopción, pues yo no lo podría tener conmigo, Doña Leonor, estaba tan preocupada por lo que diría su hija y toda la gente del pueblo.
Pasaron los meses y ella se inventaba cada día nuevas enfermedades de su mamá,  pero nunca dijo que estaba embarazada, no era lógico, era totalmente inaudito, nadie tenía que saber lo que le había sucedido y así pasaron los meses hasta que nació un hermoso varón, tal como lo quería Don Rogelio, aunque este no era hijo de él, sino que del pecado cometido por su esposa en complicidad del ahora esposo de su única hija Martita.

Doña Leonor estaba por formalizar las gestiones de la adopción de su nuevo hijo, de tal forma que todo se quedara en el olvido, que nadie supiera que le había sucedido porque la primera pregunta era y ¿quién es el papá?, lo cual en ningún momento podría suceder, pues arruinaría el matrimonio de su hija y rompería su frágil corazón.

Más, en esos días Martita había consultado al Médico porque no podía quedar embarazada ella y le hicieron algunos exámenes de laboratorio y lograron encontrar un problema en ella y era que sus ovarios estaban dañados y que difícilmente podría llegar a tener hijos, ella era totalmente estéril y no podría complacer a su esposo que quería un hijo varón, igual que el deseo de su padre.

Cuando Doña Leonor se enteró de esa mala noticia para su hija, se le ocurrió algo bueno y detuvo todos los trámites de la adopción y pensó en que a su hija le vendría como caído del cielo ese bebé que tanto deseaban y que ella tenía y no podía hacerse cargo de criar.

A los ocho meses, regresó Doña Leonor  y venía con un bebé de tres meses, como regalo para su hija, del cual su mamá le había comentado anteriormente y le dijo que a alguien en el exterior donde vivía su mamá le había contado el caso de Martita y había hecho los arreglos para lograr este bebé en adopción, mentira piadosa que quedaría en secreto.

Cuando llegó a casa de Martita, ella estaba con su esposo Ricardo y ambos se entusiasmaron con la llegada del bebé a quien adoptaría como su hijo, era un bebé bien hermoso, sano y grande, agradable y venía a llenar ese gran vacío que la infertilidad de Martita había dejado en el nuevo hogar.

Ricardo, también fue engañado por su suegra, él nunca supo que Doña Leonor estuvo embarazada y mucho menos que el hijo que en ese momento estaban adoptando era su propio hijo, el que había surgido de aquel día de pasión incontrolado entre ellos dos, ese secreto se lo llevará a la tumba Doña Leonor y la mamá de ella que era la única de la familia que se había enterado del caso, lo cual fue inevitable.

Martita y Ricardo, aceptaron de inmediato y con gran entusiasmo a su hijo que puso de inmediato un nuevo brillo a su hogar, cambiando las tristezas por mucha alegría, incluyendo a su suegra Doña Leonor, quien estaba feliz por dos motivos, el primero porque había resuelto un gran problema suyo y el segundo porque había logrado hacer feliz a su hija y a Ricardo.
Todos quedaron felices con lo sucedido y al final todo quedó en familia y fueron felices por mucho tiempo.

Aunque algunas personas, dicen que el bebé se parece bastante a Ricardo y que tiene los ojos y la sonrisa de la abuela, pero eso ya será otra historia.

(Disculpas si pareció muy largo el relato)

domingo, 21 de agosto de 2011

HASTA CUANDO HE DE QUERERTE

Hasta cuando he de pensarte
Hasta cuando he de soñarte
Solamente hoy te he visto mil veces
Y las mil veces te he rechazado
He cerrado las puertas de mis sentimientos
He puesto llave en la cerradura de mi corazón
Y no he logrado detenerte
Siempre estás presente en todo momento
Hasta cuando podré olvidarte
Expulsarte de mi mente
Sacarte de lo más profundo de mi corazón
Quisiera no quererte
Deseo no haberte conocido nunca
Prefiero olvidarte en silencio
Y agotar todos tus recuerdos en el final
De un sueño feliz…
Decir al final que todo fue un sueño
Con intermedios de pesadilla
Pero al final un sueño…
Y todos los sueños se hacen realidad
Si te cuento lo que he soñado
Mañana te contaré que fue lo que soñé.